En ocasiones tenemos delante de las narices algo impresionante y no nos damos cuenta. A medio camino entra Valencia y Madrid, se encuentra el pequeño municipio de Alarcón. Una auténtica joya situada al Sur de Cuenca.
Nada más aparecer la silueta de la villa nos sorprenderá su situación, pues se alza en medio de la llanura encima de un peñasco. Nos encontraremos con varias torres albarranas, que escoltan a la población, dentro de la cual adivinaremos la torre de un castillo y varios campanarios asomándose entre las casas.
Para comer recomendamos “La Cabaña” un entrañable restaurante regentado con entusiasmo por nuestro amigo Raúl Poveda. Se trata de una casa de tres alturas perfectamente restaurada, dónde el buen gusto y la funcionalidad se combinan con armonía para ofrecer al visitante un espacio cómodo, cercano y familiar.
Elegancia y buena mesa sin alharacas, con profesionalidad y precios muy asequibles, dónde saborear una magnifica sopa de ajo casera, una perdiz escabechada, pollo a la Alcarria o codillo de cerdo. Mención especial merecen los aperitivos cómo el asadillo, el zarajo, el morteruelo o el de ajo cocido.
La villa conserva casi en su totalidad un recinto amurallado, que rodea gran parte del pueblo. Cuenta también con un castillo que fue escenario de importantes episodios históricos en tiempos de la reconquista, y que hoy en día es Parador de Turismo.
En la zona podéis encontrar una amplia oferta de casas rurales y hotelitos con encanto, tanto en la población como en los alrededores.
Una vez dentro de la villa en nuestro recorrido nos encontraremos una nutrida representación de casi todo el arte español: desde el románico de Santo Domingo de Silos y Ntra. Sra. De la Orden, hasta las Pinturas Murales de Jesús Mateo en la Iglesia de San Juan Bautista.
Un magnifico lugar para disfrutar de la naturaleza, para pasear por la villa y descubrir el encanto de sus calles empedradas o para realizar excursiones por los alrededores.




